jueves, 27 de octubre de 2011

La poesía romántica.



 Como se arranca el hierro de una herida
su amor de las entrañas me arranqué,
aunque sentí al hacerlo que la vida
me arrancaba con él!


Del altar que le alcé en el alma mía
la Voluntad su imagen arrojó,
y la luz de la fe que en ella ardía
ante el
ara desierta se apagó.

Aún turbando en la noche el firme empeño
vive en la idea la visión tenaz...

¡Cuándo podré dormir con ese sueño
en que acaba el soñar!




                                                Gustavo Adolfo Bécquer





Reginocha ∞

1 comentario:

  1. Muy bien lo de la inserción del vídeo. Ahora sólo falta que hagas el comentario siguiendo los puntos que os di en el blog.

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